
En pocas casas del mundo puedes presumir de abrir la ventana del salón y disfrutar de unas vistas únicas de una bahía privada. Menos aún de que tus únicos vecinos sean los delfines y las focas que nadan en sus aguas. Esta maravillosa vivienda se encuentra en lo alto de un acantilado en Nueva Zelanda, a unos 40 minutos en coche de la ciudad de Christchurch, en una zona de difícil acceso. Esta preciosidad se alquila a razón de 2.250 euros la noche.
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