A la vuelta de las vacaciones nos ponemos las pilas con las decisiones que tomamos durante el verano: dejar de fumar, apuntarse al gimnasio, aprender inglés, divorciarse... e incluso comprar, alquilar o vender una casa.
El conocimiento del mercado de los profesionales inmobiliarios, los vericuetos legales y las condiciones de financiación que existan en el momento de la operación, junto con los procesos psicológicos que intervienen en una negociación, son básicos para que la transmisión de una vivienda sea una experiencia satisfactoria tanto para el comprador como para el vendedor.
Esto es todo lo que necesitas saber si eres…
Comprador
Para ayudar a todos aquellos que estén pensando en adquirir una vivienda de segunda mano, idealista ha resumido algunos consejos básicos como buscar por internet y utilizar aplicaciones móviles, acudir a profesionales inmobiliarios, pedir una tasación o comparar el precio que pide el propietario con las cifras de mercado.
Comprar una vivienda es una de las mayores inversiones de la mayoría de los ciudadanos, por lo que es muy recomendable sopesar bien el tipo de casa que se quiere. Es importante saber dónde está ubicado el inmueble, si necesita reformas o qué impuestos hay que pagar. Actualmente la vivienda usada es más barata que la nueva y soporta impuestos menores pero la obra nueva no necesita reformas y se puede entrar a vivir desde el primer día
En muchas operaciones de compraventa de viviendas, el comprador tiene margen para negociar el precio. Es posible presentar ofertas un 10% por debajo del valor que pide el vendedor, aunque siempre con una razón que lo respalde. También es importante tener de la mayor información disponible del vendedor, como saber a través del Registro si la casa está embargada o si arrastra una hipoteca.
Cuando se compra un inmueble lo normal es pagar IVA, si es de obra nueva, o ITP (Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales), si es de segunda mano. Sin embargo, la ley permite adquirir un inmueble y no pagar ninguno de estos impuestos. Eso sí, sólo en determinadas circunstancias tal y como señala el asesor fiscal Juan Sagalés: que la propiedad vaya a destinarse a una actividad empresarial y que tanto el comprador como el vendedor sean empresarios o profesionales.
Con el euríbor en mínimos históricos y los préstamos a tipo fijo más baratos que nunca, los futuros hipotecados se encuentran ante un auténtico dilema: ¿qué alternativa es mejor: un préstamo variable o fijo? Los expertos recuerdan que la respuesta depende de factores como la cantidad de dinero que necesite cada cliente o el plazo en el que vaya a devolver el préstamo. Por eso hemos creado un test que ayuda a salir de dudas.
La compra de una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida de una persona. Y por lo general se suele llevar a cabo con financiación bancaria. Independientemente del importe a solicitar, es aconsejable hacer una serie de preguntas para contratar una hipoteca con conocimiento pleno de su clausulado y sus comisiones. Es importante saber si el préstamo tiene una cláusula suelo, si establece una comisión por cancelación anticipada o qué vinculaciones tiene.
Cuando se compra una vivienda, con hipoteca o sin hipoteca, es necesario contar con un “plus” de dinero ahorrado para afrontar el pago de gastos adicionales, como los que genera la notaría, el Registro de la Propiedad o la tasación de la vivienda. Los expertos aconsejan tener unos ahorros cercanos al 10% del valor de la casa para hacer frente con “éxito” estos costes añadidos.
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