A la hora de reformar una vivienda, no solo tienes que tener en cuenta la distribución de sus habitaciones, también el espacio que vas a destinar en la vivienda para guardar y almacenar tus pertenencias.
Es aquí donde juegan un papel importante los armarios empotrados. Y si tienes espacio suficiente en la vivienda, los vestidores. Es decir, las habitaciones destinadas por completo al almacenamiento de ropa y calzado, así como un lugar destinado al cambio de atuendo.
Generalmente, los armarios de obra que hay en las casas no suelen entregarse completamente acabados en su interior. Es decir, como se suele decir, no se entregan “vestidos”. Muchas veces tienen solo una barra para colgar ropa. Como mucho, una cajonera. Y como suele haber otras necesidades que atender, personalizarlos y mejorar su distribución no suele ser una prioridad. Lo malo es que si no se hace, no se optimiza el espacio disponible. Entonces llegan los problemas.
Por lo tanto, cuando se reforma una vivienda, en el caso de que haya armarios empotrados en ella, no conviene descuidarlos. Es un buen momento para aprovechar y reformarlos también. Y si tienes una habitación de sobra, para apostar por un vestidor.
Armarios empotrados: constrúyelos o adáptalos a tus necesidades
Si una vivienda a reformar no tiene armarios empotrados pero las habitaciones son grandes,puedes hacerlos durante la obra. De ello se encargarán en la empresa que hayas contratado. Como en Reformadísimo, cuyo equipo de expertos se encargará de buscar los espacios en los que se puedan construir armarios. O de diseñar su distribución interior, en caso de que ya hubiese armarios empotrados pero su distribución no fuese la más adecuada.
Como es habitual, los expertos de la empresa diseñarán los armarios de acuerdo con tus necesidades, y te mostrarán todas las posibilidades disponibles para vestirlo. Puedes desde forrar su interior en madera, a juego con las puertas, a instalar puntos de iluminación en su interior. De esta manera contarás con luz suficiente cuando vayas a buscar una prenda.
Para las puertas de estos armarios hay múltiples opciones. Puertas de apertura hacia afuera de madera, con tiradores de metal o madera, etc. Si no hay mucho espacio delante de ellos, puedes optar por instalar puertas correderas. Y si quieres dar una sensación de amplitud mayor a la habitación, puedes colocar espejos en ellas.
En el caso de optar por puertas más convencionales, de apertura hacia afuera, también puedes colocar espejos verticales en la parte interior de cada una. Así podrás ver cómo te queda la ropa que te pones.
En cuando a los elementos para guardar tus enseres que puedes instalar en los armarios, puedes ir mucho más allá de la típica barra en su parte superior y su cajonera con cuatro o cinco cajones. Puedes optar por estanterías para zapatos, una hilera de perchas a media altura para pantalones y faldas, baldas para calzado, estantes con cajones pequeños en una esquina para ropa interior, etcétera. Al final, podrás incorporar tantos módulos como puedas imaginar.
Solo tienes que tener un poco de idea de diseño para dibujar cómo quieres que queden tus armario por fuera y por dentro. Y dejarte aconsejar por los expertos. Ellos también pueden encargarse de diseñar los interiores y exteriores en caso de que el dibujo no sea lo tuyo.
Vestidores: cuando sobra una habitación y hay mucho que guardar
Si la casa que vas a reformar es grande y te sobra una habitación, debes valorar si te interesa convertirla en un vestidor. Sobre todo, si la vivienda no cuenta con armarios empotrados. También es una opción adecuada si tienes tanta ropa y calzado que añoras tener un trastero.
Puede que te suene a chino la palabra vestidor. Pero no es más que una habitación dedicada exclusivamente al almacenamiento de ropa y calzado. Crear uno viene a ser algo parecido a convertir una habitación en un armario.
Todas las paredes del vestidor, o al menos tres de ellas, suelen estar cubiertas con lo que parece el interior de un armario empotrado. En ellas se suceden las barras para colgar ropa, cajoneras, zapateros, estanterías, etc. También puede que prefieras que los armarios del vestidor tengan puertas. Si hay una pared libre suele tener un lugar para sentarse, una mesa o un espejo. En definitiva, muebles para comprobar que la ropa que has elegido te queda bien. O para hacerte los últimos retoques.
Si te decides a tener tu propio vestidor, comunícaselo a los interioristas de la empresa de reformas que has contratado. Te aconsejarán sobre la mejor manera de diseñar y construir un vestidor. También sobre la estancia de la casa más adecuada para albergarlo, aunque suele ser una situada cerca del dormitorio principal.
En cualquier caso, tanto si optas por reformar o crear armarios empotrados como si prefieres añadir un vestidor a la vivienda, siempre podrás y deberás hacerlo de acuerdo con tus gustos y necesidades. De este modo acertarás.
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