lunes, 5 de septiembre de 2016

Que cuesta tener una segunda residencia ?

 Mantener una vivienda vacía, ya sea durante años o durante buena parte del año como sucede con las miles de casas en la playa, puede salir realmente caro. La vivienda no solo se deteriora si nadie la usa, sino que aunque permanezca cerrada, lleva consigo multitud de gastos, fijos y variables vinculados con la propiedad del inmueble. Una factura que oscila, de media, entre 1.800 y 2.000 euros anuales según diferentes estudios.
Pero, ¿por qué es tan caro tener un piso cerrado? El mero hecho de que la vivienda se encuentre vacía no libera ni exime del pago de impuestos, gastos obligatorios como la cuota comunidad o de los consumos mínimos de los suministros como agua luz o gas. El gasto será mayor o menor en función del tamaño del piso y del municipio donde se ubique la propiedad.
Comunidad de vecinos, derramas…
Es un gasto fijo y uno de los más elevados en el mantenimiento de una vivienda vacía. El importe de esta cuota dependerá de los servicios asociados como piscina, pista de pádel o conserje, entre otros, y de la dimensión de las zonas comunes. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), tras analizar los gastos de una veintena de viviendas de 77 metros cuadrados situadas a lo largo de la costa española, calcula que estos gastos oscilan entre 200 y 1.140 euros anuales, dependiendo del tamaño y los servicios de la urbanización, situándose la media en 634 euros.
El importe total de esta cuota puede verse incrementado al alza por las derramas, averías en el ascensor, reformas, la existencia de calefacción comunitaria, jardinero o portero. Gastos, todos ellos, que aumentarán tu cuota y que habrá que pagar aunque no estemos disfrutando de esos servicios.
Impuestos
Otro gasto fijo es el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI), que grava la titularidad o posesión de cualquier propiedad. Un gasto medio por propietario que puede ascender, según estimaciones de BBVA, a 500 euros en una vivienda sin garaje ni trasero. Si la vivienda cuenta con ellos, la cifra puede aumentar unos 120 euros más. La OCU cifra el gasto medio en 276 euros, si bien, dependiendo de la ubicación del inmueble, podemos ver cifras muy superiores. No es el único impuesto. La tasa por recogida de basuras que cobran muchos  ayuntamientos supone un gasto adicional de otros 100 euros al año.
A estos impuestos hay que añadir el IRPF. “A la hora de hacer la declaración de la renta, los propietarios deberán tributar por esa segunda vivienda. De esta forma, tendrán que incluir como ingresos el 2 % del valor catastral o el 1,1 % si este se revisó en 2015 o en los diez años anteriores”, apuntan desde esta organización de consumidores y usuarios. Un ejemplo. Por un piso en Benidorm de 75.000 euros de valor catastral, el propietario deberá declarar el 2 % de esa cantidad 1.500 euros como ingreso.
Consumos mínimos
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